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Sinfonía para el latón: El apartamento minimalista de un conductor de Jean Verville
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Se proclama como “instalación arquitectónica nacional”, EN 1 2 3 una serie de espacios del arquitecto canadiense Jean Verville que tentativa de combinar arte, arquitectura y domesticidad con la interacción del espacio y de las imágenes.
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“Modelado en una escala humana” y la adhesión a los principios de minimalismo, cada proyecto es una retrato-instalación reductor, y un esfuerzo colaborativo que refleja las personalidades de sus inquilinos. EN 3, el tercero en la serie, el estudio de un maestro en Montréal se diseña como ambiente de la sofisticación y de la abstracción.
Similar a los otros dos instalación-EN 1, a una vertiente convertida situada en el patio trasero del arquitecto, y EN 2, una cabaña diseñada para un ecléctico par-EN 3 fue concebida como serie de espacios que fluyen en uno a, “una sucesión de volúmenes esculturales” por así decirlo, donde la “opinión sensorial se pide para transgredir los límites físicos de espacio para favorecer la abstracción ilusoria de la forma dimensional”.
Envuelto por las sombras de gris, sea que los techos concretos expuestos, el suelo de la madera o las cortinas del suelo al techo, los interiores exhiben una sobriedad monástica que sea perforada por una estructura con forma de cinta, de cobre amarillo, una división de servicio y propósitos del almacenamiento, y una encimera pulida, blanca, en forma de L. Esos dos elementos muestran una opulencia minimizada y cierto dinamismo que armonioso se yuxtaponga con la materialidad cruda de las zonas grises.
Cuál es impresionante en el estético minimalista de Verville es que su diseño tiene éxito en la ocultación no sólo de las funciones innecesarias de un ambiente nacional pero de muchos del necesario también sin la fabricación del ambiente estéril. Por el contrario, el espacio posee un theatricality sutil, encabezado por la exuberancia de la galjanoplastia de oro y el maximalism de las paredes cortina-alineadas, culminando en presencia del piano de cola.
Después de los tonos que ponen en contraste y de las sombras más oscuras de los espacios vitales, el cuarto de baño es un oasis de la blancura pura, que destella que limpia el paladar visual, redondeando perfectamente encima de una instalación que fue concebida como ambiente de trabajo de la substracción y de la abstracción, conducente a la concentración y a la inspiración del inquilino.