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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA COMERCIAL
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El lagar de Alves de Sousa es una caja negra del ladrillo que emerge de su sitio de la ladera
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Encaramado en una ladera que pasa por alto los viñedos de la región de Baixo Corgo de Portugal, esta facilidad de la vinificación y centro del visitante es revestidos enteramente en ladrillo negro reducir al mínimo su impacto visual en el paisaje circundante.
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Situado al lado de un camino que enrolle su norte de la manera del río de Douro hacia la ciudad de Vila verdadera, el edificio diseñado por el arquitecto local Belém Lima se incorpora en el estado de Quinta DA Gaivosa de Alves de Sousa del winemaker.
Su posición respecto a la inclinación occidental del valle cerca de la entrada del estado fue elegida para evitar disturbar los viñedos adyacentes y para proporcionar las vistas excelentes del paisaje.
El edificio de doble finalidad pues una atracción de las instalaciones de producción y del visitante hace necesario distintamente diversos tipos de espacios, que se acomodan en dos volúmenes de intersección.
La estructura grande que contiene el equipo de la producción y del almacenaje en cuartos de la doble-altura amplía paralelo a la topografía del sitio y se encaja en parte en la ladera.
La “prensa de uvas, cubas ladra, laboratorio y la fusión embotelladoa en las transparencias mutuas, demostrando la lógica que todo se complementa con la precisión,” dijo Lima. “Los barriles hacen su trabajo incómodo en las sombras bajo tierra.”
Las uvas se introducen en el nivel superior y se transfieren directamente a las prensas adyacentes. Este piso también contiene el laboratorio y el área embotelladoa.
El vino se produce en cubas del acero inoxidable y se envejece en barriles de madera en el nivel inferior, donde la tierra circundante asegura una temperatura constante.
Un volumen más pequeño que extiende de la esquina de nordeste del edificio contiene áreas y servicios de la circulación, incluyendo la cantina del personal y los vestuarios en el nivel más bajo, con las oficinas arriba.
Los visitantes entran en el tercer piso, donde hay una tienda del área y de vino de recepción. Las escaleras ascienden de este nivel a un cuarto de la vino-prueba arriba y a una terraza panorámica de la azotea que pase por alto los valles.
La forma geométrica directa del edificio es revestida en ladrillo negro parcialmente vitrificado, dando por resultado un estético homogéneo que le ayude para mezclar adentro con la vegetación oscura de las cuestas detrás.
El ladrillo se alinea con el aislamiento de las lanas minerales para crear las fachadas capaces pasivo de controlar la temperatura interna.
“La capa externa en ladrillo negro del klinker optimiza la fachada ventilada y encubre visualmente todos los volúmenes del sótano en el paisaje pintoresco,” el arquitecto agregado.
Un par de torres que extiendan sobre el roofline contiene las ventanas que concentran la luz norteña en las áreas de la producción. Todas las ventanas double-glazed para mejorar el funcionamiento termal del edificio.
La madera con una tonalidad ligera se utiliza a revestido las paredes y los techos del área de recepción, de la tienda y del cuarto de prueba. El grano de madera complementa la textura de los azulejos de piso de la pizarra.
Otros lagares portugueses incluyen un edificio metal-clad que ofrece un balcón que extienda hasta el final a lo largo de uno de sus extremos en pin3on y de un estado que combine la estructura de piedra rústica con los volúmenes de acero pre-resistidos.