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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA PÚBLICA
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Château de Rentilly consigue una cortesía brillante del cambio de imagen de Javier Veilhan, de Bona-Lemercier y de Alexis Beltrán
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Apenas una impulsión corta de París, el dominio histórico de Rentilly está celebrando la transformación de su château viejo en un centro a estrenar para los artes contemporáneos.
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El proyecto fue creado en sociedad con Frac Île-de-Francia (el fondo del arte contemporáneo de la región de París), que puso hacia fuera una llamada para los artistas, desafiándolos para producir una facilidad de la exposición y un pedazo del arte en la escala de un edificio. Pusieron en la lista reducida a cuatro equipos en la competición, cada uno reuniendo un artista y a un arquitecto. El equipo que gana abarca el artista multidisciplinario Javier Veilhan, la oficina arquitectónica Bona-Lemercier, y al colaborador frecuente de Veilhan, diseñador de etapa Alexis Beltrán.
El concepto de diseño dibuja en las geometrías fuertes de los château (tales como la serie de charcas en los jardines ajardinados de la característica), así como el hecho de que el edificio no lleva a cabo ninguÌn valor histórico significativo, permitiendo que al equipo la libertad juegue con la estructura sí mismo. El château era de hecho un reemplazo del palacio original del siglo XVI dañado durante la Segunda Guerra Mundial, y en las palabras de Veilhan, era solamente una “sombra de sí mismo”.
Moviéndose encendido desde una idea inicial de cubrir el volumen entero con un patrón del camuflaje, el equipo encontró una manera más sofisticada de mezclar el palacio con el parque mientras que destacaba su forma icónica. Revestido en una nueva piel del acero inoxidable espejo-pulido, los plisados del edificio multiplican y reflejan juguetónamente las vistas del parque mientras que las ventanas igualmente reflexivas parecen combinarse con la superficie de metal.
El piso del sótano - la única parte del edificio original que permanece intacto - casas el pasillo del museo, así como el almacenaje y el taller. El resto del interior, previamente inadecuado para las demostraciones de arte contemporáneo, se ha ahuecado hacia fuera y ha sido substituido por dos 500 pasillos de exposición del sq m, apoyados por una estructura del metal, independiente a las paredes externas preservadas. La azotea inclinada fue reajustada elegante para incorporar una terraza panorámica esa los dobles como espacio adicional de la exposición para un museo en donde los visitantes que ambos miran las ilustraciones así como hacen una parte integrante de la exhibición.