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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA PÚBLICA
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Las pinturas de Windhover de Nathan Oliveira consiguen un nuevo hogar tranquilo en la Universidad de Stanford
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Un nuevo santuario se sienta reservado en el corazón del campus de la Universidad de Stanford en California.
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El proyecto, por el diseño querido de Aidlin de la práctica de San Francisco, es casero a una serie de pinturas de las series de “Windhover” de Nathan Oliveira.
¿La puntería de la comisión era crear un refugio? ¿para los estudiantes, facutly y el personal así como el público en general durante viaje dedicado? de la intensidad de la vida de cada día y de un espacio que ofrece el abrigo para la paz y la contemplación. Pues Oliveira dijo de su trabajo en 2002, “estas pinturas son como un catalizador que pueda tomarle donde usted quisiera que su mente volara.” Tomando la inspiración de cernícalos del vuelo en las colinas de Stanford, el artista, que desapareció en 2010, previo su trabaja como vehículos para la renovación espiritual. Este nuevo hogar para ellos satisface el sueño de Oliveira que estén instalados en un espacio dedicado, meditativo.
El proyecto, llamado el Windhover, el centro crea un diálogo entre los diversos elementos implicados. Joshua Aidlin y el querido de David, fundadores de la firma premiada de la arquitectura, han trabajado siempre en la conexión sensorial entre el hombre y el ambiente, y este proyecto, en el cual el arte, la arquitectura y el paisaje son hábilmente equilibrados, es una representación verdadera de este acercamiento. Un jardín de la escultura y una arboleda del roble que rodean la estructura protegen los interiores, ayudando a mantener una atmósfera pacífica.
Pues las huéspedes caminan en el edificio, el primer trabajo revelador es el “rojo grande dramático”, una pintura al óleo abstracta grande que tardó 25 años para terminar. También se incluyen en las exhibiciones la “díptica”, la “ala blanca” y “Sun que irradia”. Los tragaluces Louvered bañan las pinturas impresionantes de los 4m a de los 9m en luz natural, mientras que las paredes gruesas de la pegar-tierra, las superficies de madera y las piscinas de agua que repiten echan sombras densas y amplifican su presencia brillante.
“Uno debe consolidar la identidad del alcohol dentro de su uno mismo para existir completamente,” Oliveira indicado una vez, una creencia que respire a través del nuevo centro. Hábilmente choreographing relaciones entre el arte, la arquitectura, la mente y la materia, nuevo espacio de Stanford proporciona un santuario en el cual su comunidad pueda reflejar y tomar vuelo.