El artista Theaster Gates ayuda a renovar el edificio de Edward Durell Stone

Después de cinco años de planificación y construcción, la firma de arquitectura y planificación con sede en Chicago, Farr Associates, y el artista Theaster Gates, han transformado dramáticamente un dormitorio de 60 años de la Universidad de Chicago en un centro de investigación y de estudiantes de última generación, conocido como el Centro Keller.

Diseñada originalmente por Edward Durell Stone en 1962, la estructura de hormigón, una vez oscura y cerrada, sirvió como la Nueva Residencia para Graduados de la Universidad de Chicago. Aunque parte del diseño inicial de Stone se conservó -incluyendo las esbeltas columnas del edificio, el dosel en voladizo y la estética moderna de mediados de siglo-, la adición de un techo de vidrio y una brillante fachada de piedra caliza ilumina el interior totalmente renovado, que ahora alberga la Harris School of Public Policy de la universidad.

El equipo de diseño puso en primer plano la sostenibilidad -el Centro Keller será el primer edificio LEED Platinum en el campus de la Universidad de Chicago y uno de los primeros edificios universitarios en obtener la estricta certificación Petal del Living Building Challenge- pero también pensó en formas de vincular el nuevo diseño con el pasado, el contexto y la comunidad del edificio. Farr Associates rescató todo lo que pudo para la renovación, preservando puertas viejas, ganchos, buzones, espejos, artefactos de iluminación y estantes para el nuevo diseño. Theaster Gates tuvo la idea de utilizar madera de fresno dañada que fue removida de los parques de la ciudad de Chicago como material de construcción principal para el interior del centro. Gates contrató a trabajadores locales para procesar los árboles en un molino justo al sur del sitio del proyecto, donde pudo proporcionar capacitación laboral a la gente del lado sur de Chicago. El centro también cuenta con un sistema de captación de agua de lluvia, que capta el agua del techo y la transporta a los baños del edificio, junto con jardines de lluvia que albergan a las especies nativas de la región.

Hubo muchos desafíos de diseño asociados con el tallado de un nuevo interior a partir del esqueleto de hormigón existente en el edificio. Por ejemplo, la estructura carecía de aislamiento y estaba plagada de columnas y soportes de acero que no se podían quitar. Los arquitectos se vieron obligados a trabajar alrededor de esos obstáculos estructurales, mientras trataban de mantener el espacio abierto y acogedor. El resultado fue un interior visualmente inspirador con aulas, salones, oficinas, salas de reuniones y un atrio de cuatro pisos llamado Harris Forum, que sirve como espacio central de colaboración. El atrio cubierto de sol, que fue cuidadosamente diseñado a partir de la estructura existente, representa el corazón de la Escuela Harris, y es el hogar de una variedad de discusiones, oradores de clase mundial y eventos.