{{{sourceTextContent.title}}}

Un taller suizo cubierto de ladrillos de clinker

{{{sourceTextContent.subTitle}}}

Los arquitectos de Stocker Lee diseñaron un taller de tres pisos en Rancate: parcialmente insertado en el suelo, el edificio parece suspendido por una cinta vidriada.

{{{sourceTextContent.description}}}

Diseñado por StockerLee Architetti, el Atelier de Rancate, un distrito suizo del Cantón del Tesino, está situado en una zona donde los edificios residenciales están rodeados de jardines y bosques. En el exterior, el atelier está revestido con ladrillos de clinker y tejas que cubren casi la totalidad del edificio, dejando sólo una cinta de vidrio en la base que recorre el perímetro, dando la idea de un ascensor desde el suelo. El taller se distribuye en tres plantas alrededor de un bloque central de hormigón, que incluye las escaleras que conectan los distintos espacios.

Los interiores están conectados entre sí, permitiendo que los sonidos recorran toda la altura y que la luz cenital atraviese el espacio y alcance, gracias a un corte longitudinal en el techo, la planta baja, creando sombras de luz que varían en función de la hora del día. Concebido como un espacio de diseño, la base del edificio es parcialmente subterránea: la ventana de cinta se sitúa a nivel del suelo, conectada visualmente a la mesa de trabajo, ofreciendo una visión del paisaje desde una perspectiva inusual. El resto del Atelier, de planta rectangular de 6,60 x 17,60 metros, cuenta con espacios abiertos que dan al estudio del sótano, encerrado por la estructura de madera blanca que rodea el interior.