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Marc Thorpe diseña edificios de vivienda y trabajo construidos con ladrillos de tierra

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El estudio de arquitectura Marc Thorpe Design, con sede en Nueva York, ha revelado las representaciones de las Casas de Dakar, una serie de espacios de vida/trabajo para los artesanos de la marca de muebles Moroso, situada en las afueras de la capital senegalesa de Dakar.

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Diseñadas con ladrillos de tierra comprimida, un material de construcción común en el oeste de Senegal, las unidades multipropósito se inspiran en la arquitectura local vernácula. Los económicos ladrillos de tierra comprimida también tienen la ventaja de la masa térmica para proporcionar temperaturas interiores confortables sin calefacción o refrigeración artificial.

Creadas para albergar a los artesanos de Moroso con sede en Dakar, las Casas de Dakar consistirán en dos apartamentos que flanquean un taller central para la fabricación de la línea de mobiliario de exterior de la marca de muebles, que tiene más de diez años de antigüedad y está hecha a mano y con colores brillantes. Al hacerse eco de la celebración de la línea de muebles de la artesanía local, las Casas de Dakar también rinden homenaje a los materiales y técnicas de construcción comunes a la región de África occidental

"La intención era crear una comunidad basada en el trabajo que permitiera a un pueblo desarrollarse en torno a un componente económico central", explicó Marc Thorpe Design. "Las unidades están diseñadas para albergar a los trabajadores, así como varias partes del proceso de fabricación de los muebles de M'Afrique, como el trabajo artesanal de soldadura y tejido. Los apartamentos se diseñarán en función del espacio necesario para cada familia"

Cada unidad comprende tres volúmenes - dos apartamentos y un espacio de trabajo central - que se escalonan para crear condiciones favorables de sombra solar. Los tejados de pendiente pronunciada coronan las unidades minimalistas, que se dejan sin decorar para enfatizar los ladrillos de la tierra. Hechos de suelo local, los ladrillos se curan durante varias semanas. Luego, se empapan en agua cada mañana, y se cuecen al sol bajo una lona hasta que están listos para la construcción. Durante el día, las paredes de tierra absorben el calor para proporcionar un ambiente interior fresco; por la noche, ese calor se disipa lentamente y calienta el aire.