El NOA* prevé un centro cultural que se adapte a cualquier contexto, clima y escala by NOA* Network Of ArchitectureArchiExpo

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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA PÚBLICA

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Como parte de un complejo proyecto de investigación dirigido por la empresa italiana NOA*, CECUCO (centro para la cultura y la comunidad) es una ambiciosa propuesta de diseño sin contexto fijo, capaz de transformarse para adaptarse a cualquier persona y lugar. Entre las infinitas posibilidades de diseño, el equipo tenía claro qué dirección debía tomar: diseñar una arquitectura que no sea indiferente a lo que ocurre en su interior, un espacio que permita a los usuarios "definirlo" a través de sus acciones y movimientos

En otras palabras, el proyecto revela un diseño flexible capaz de reaccionar a los cambios de contexto y de adaptarse a diferentes escalas, desde los macroproyectos hasta el mobiliario urbano. Este centro cultural podría estar situado en la playa de una isla volcánica, en los bosques escandinavos, en un solar abandonado de Detroit o en los tejados de las viviendas socialistas de Berlín. Es una arquitectura capaz de amoldarse a las exigencias morfológicas y climáticas del contexto, manteniendo intacto el concepto de socialidad e interacción entre el edificio y quienes lo habitan", revela NOA*.

El equipo de NOA* basó la geometría de la propuesta del CECUCO en una forma elemental: el triángulo repetido modularmente tanto en planta (inscrito en un cuadrado de 3x3m) como en alzado (marcado en un cuadrado de 3×1,5m). Trabajar con geometrías fáciles de ensamblar permite al centro cultural expandirse o contraerse según las necesidades del contexto. Además, a nivel urbanístico, los triángulos pueden combinarse en varias formas, dando lugar a diferentes tipologías de espacio como una losa, un patio o un pueblo puntiforme

Por otra parte, el uso del módulo triangular en las fachadas se abre a una variedad de configuraciones, como en un tablero de ajedrez: algunos elementos pueden moverse, con ciertas reglas y en direcciones específicas, que luego corresponde controlar a las personas que experimentan la arquitectura. Las puertas se pueden mover, desplegar, girar sobre sus bisagras, bajar, subir, entreabrir... y lo mismo ocurre con las ventanas. Un amplio abanico de posibilidades para una arquitectura intuitiva y lúdica, hecha de movimientos y contramarchas, donde el juego de acción y reacción entre comunidad y edificio da vida a los más diversos escenarios", revela el equipo de arquitectos.

A la hora de definir el programa funcional, NOA* investigó primero las necesidades de un centro cultural y cómo crear una arquitectura altamente inclusiva. Una arquitectura que atendiera simultáneamente a los niños que se reúnen para jugar, a los adultos que ven una exposición y a los adolescentes que escuchan un concierto. Y lo que es más importante, era crucial perfilar las características de un espacio de reunión abierto todo el año y que reflejara el contrapeso público al ámbito doméstico privado.

La solución a estas investigaciones estaba clara: definir diferentes espacios capaces de satisfacer múltiples necesidades en lugar de especificar una lista fija de funciones. A través de 6 tipos de planos, el equipo consiguió dar cabida a todas las actividades posibles del centro. Por ejemplo, un módulo pequeño alberga un atelier de artista, un puesto de periódicos, un almacén, una oficina de dirección, una escalera y vestuarios. El módulo mediano incluye aseos, una sala de biblioteca y gradas al aire libre, ya que no todos los módulos albergan espacios cubiertos. A medida que los planos pasan a ser de mayor tamaño, las posibilidades varían aún más, culminando en una zona de 115 m2 destinada a teatro y cine.

Además de su carácter hiperfuncional, NOA* quería que el prototipo CECUCO reflejara valores sólidos y sostenibles en todos los aspectos del diseño; esto incluye la elección de materiales y técnicas de construcción. Por ello, se eligieron materiales naturales y un sistema de construcción expuesto, fácil de montar y desmontar. Como resultado, el diseño estándar presenta una fachada formada por una estructura de madera expuesta y un muro de ladrillos de arcilla -que se alternan con partes transparentes-, ambos modulados en base a la geometría triangular.

Dado que la sostenibilidad es fundamental en el diseño, la elección final de los materiales debe comprobarse en cuanto a su disponibilidad in situ, su conductividad térmica, su consumo energético y la presencia de los conocimientos técnicos necesarios. Asimismo, el equipo quiso promover un impacto positivo en la huella ecológica del edificio proponiendo cubiertas y pérgolas verdes, sistemas fotovoltaicos, sistemas de recogida de agua de lluvia, sistemas de ventilación cruzada y estanques y zonas arboladas para conseguir un microclima templado.

El NOA* prevé un centro cultural que se adapte a cualquier contexto, clima y escala