Un intrincado centro de música pop inspirado en el fondo marino abre sus puertas en Taiwán

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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA PÚBLICA

El centro de música pop del sur de Taiwán, obra de Manuel Monteserín, abrió sus puertas al público, diez años después de haber ganado el premio de un concurso internacional. El equipo de diseño buscó dar una fuerte identidad a esta zona, donde por su historia y situación geopolítica conviven y prosperan muchos elementos culturales

Situado junto a la desembocadura del río Love, en la ciudad portuaria de Kaohsiung, el proyecto propone un diseño flexible como conjunto de intrincadas geometrías, tomando como referencia el fondo marino. Con una superficie de 88.000 m2, el centro se compone de cuatro ecosistemas arquitectónicos que representan un área temática: la gran ola, las ballenas, los delfines y los corales. Y todo ello conectado por una serie de parques y senderos.

El volumen de la "gran ola", de ahí su nombre, tiene una forma curvada ensamblada con una retícula hexagonal. Esta estructura alberga un auditorio al aire libre para 12.000 personas definido como un manto verde, una sala de conciertos para 3.500 invitados y dos torres que incluyen un programa de oficinas, un museo y salas de ensayo. El auditorio cubierto sirve de base de la que emerge la torre más alta, mientras que la más pequeña actúa como telón de fondo del auditorio al aire libre.

El diseño de la piel hexagonal que forma la cubierta del auditorio continúa perfilando la fachada de la torre principal. Ambas torres actúan como un faro fácilmente reconocible desde cualquier punto, guiando a los visitantes hacia el puerto. Al principio, las estructuras se diseñaron por separado, pero más tarde el equipo de diseño decidió colocarlas espalda con espalda creando una grieta entre ellas a modo de gran atrio de acceso.

Las ballenas toman forma de seis "casas vivas" diseñadas para eventos, conciertos o presentaciones. Están divididas en tres categorías según su capacidad, y todas están conectadas con un gran aparcamiento subterráneo. Las estructuras se caracterizan por sus tejados verdes, que invitan a los transeúntes a subirse a sus lomos y disfrutar de unas vistas envolventes sobre el mar. A nivel urbano, las ballenas se retranquean proporcionando un gran paseo peatonal junto al mar, creando un espacio para diferentes eventos.

El coral está diseñado como un centro de exposiciones y una zona polivalente al aire libre con una gran cubierta formada por módulos hexagonales apoyados en pilares ramificados. Tras las modificaciones iniciales del diseño propuesto a la fase final, se decidió mantener la cubierta como el diseño más eficaz para combinar los espacios cerrados. El "bosque" de pilares, en combinación con las aberturas hexagonales de varios tamaños que acentúan los módulos, permiten que la luz natural entre por debajo. Allí se desarrollan los programas comerciales y de exposiciones junto con otras actividades como mercadillos, bailes callejeros y teatros

Todas las intervenciones mencionadas forman un diseño urbano integral vinculado a los paseos y a un gran parque en la desembocadura del río. Sin embargo, gracias a su disposición flexible, todo el complejo permite la realización de actividades espontáneas cuando no hay conciertos programados. El clima tropical húmedo de Taiwán asegura que en pocos años la zona se poblará de una exuberante vegetación y podría convertirse en uno de los pulmones más importantes de una ciudad industrial tan afectada por la contaminación"

Un intrincado centro de música pop inspirado en el fondo marino abre sus puertas en Taiwán