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Tennis Club Palermo / ALVA architetti

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El Club de Tenis del parque de la Real Favorita es uno de los pocos ejemplos del racionalismo de la ciudad italiana de Palermo

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Situado dentro del área del parque monumental, la construcción, diseñada en forma circular en perfecto estilo moderno, fue construida entre 1933 y 1934 por el arquitecto Giuseppe Vittorio Ugo. Reconocido como edificio de especial mérito arquitectónico, el Club de Tenis está hoy vinculado a la Superintendencia del Patrimonio Cultural y Medioambiental.

La realización del proyecto ha permitido la reorganización del interior y la mejora de la fruición global del espacio, lo que ha otorgado una nueva imagen al Club, en total respeto de su identidad histórica y en consonancia con el prestigio adquirido a lo largo de los años.

La intervención se orientó hacia los resultados establecidos mediante la realización de pequeñas operaciones espaciales y a través de un profundo razonamiento en la selección de materiales auténticos, como la madera de roble natural, elegida para el mobiliario a medida del vestíbulo y la boiserie de las paredes, o el mármol de Carrara, adoptado en el revestimiento de las paredes del bar o, de nuevo, el mármol gris local de Billiemi, utilizado para el pavimento. Este último se utilizó junto con el parqué, un material más cálido -tanto en tacto como en color- en la zona del salón dedicada a los socios.

Un elemento clave de la reorganización del nuevo espacio es el mobiliario hecho a medida, como un armario de dos caras, que enmarca el paso hacia una zona más privada, destinada a la lectura o a las conversaciones tranquilas. La disposición de los sofás también ha sido pensada para reforzar la conexión existente entre el espacio interior y el exterior: los sofás están dispuestos de forma radial para permitir una visión constante del paisaje circundante, así como del imponente Monte Pellegrino.

El deseo de celebrar las victorias conquistadas por el Club a lo largo de los años encuentra su máxima expresión en la sala hexagonal de forma peculiar y, de hecho, se ha reconfirmado con la realización de estantes de chapa que siguen el perímetro de forma meticulosa; los soportes, extremadamente finos y de color blanco, se funden completamente con la pared, realzando a los verdaderos protagonistas de la sala: los trofeos