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Centro de Investigación Wave One/ FAAB

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Wave One, del Centro Europeo para las Familias, está situado a 400 metros del Mar Báltico en lo que históricamente se conoce como una ciudad balneario.

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El concepto se basa en la complejidad de las olas del mar y en la costumbre local de tallar detalles ornamentales en las fachadas. A partir de ahí, los arquitectos crearon un concepto de emplazamiento compuesto por cinco edificios interrelacionados, que recuerdan a las olas. La primera ola, la primera en construirse tras un largo proceso de diseño y construcción, abarca laboratorios médicos especializados, incluidos los laboratorios de pruebas del SARS-CoV-2, un centro de investigación y desarrollo y espacios administrativos.

La fachada blanca perforada, que envuelve a Wave One, se inspiró en parte en una serie de fotografías de Pierre Carreau, titulada AquaViva. Los arquitectos analizaron la complejidad geométrica de las olas del mar, captadas por el fotógrafo. Las formas arqueadas en 3D, congeladas en el tiempo, se tradujeron en un lenguaje arquitectónico que configuró la forma final del edificio. Con 1.362 paneles triangulares perforados, la fachada, al igual que una ola, se curva en su cresta, la parte superior del edificio.

Las perforaciones del panel son un gesto simbólico en referencia a: 1) la tradición local de colocar detalles ornamentales tallados en madera en las fachadas de los edificios, 2) la flor de la vida, un antiguo motivo al que se atribuyen poderes curativos, acorde con la función sanitaria de la inversión. Las perforaciones del panel permitieron aportar una aireación y disipación del edificio en el espacio, especialmente visible en el ámbito superior de la fachada.

Los alzados este/oeste adquieren forma tridimensional con paneles triangulares de cerámica blanca sinterizada, que sesgan y reflejan la luz del sol en el pavimento. Crean un detalle transitorio que anima el entorno inmediato del edificio.

Asimismo, la curvatura -una referencia a la concavidad de una ola marina- inspiró la forma de la masa del edificio. Los arquitectos modelaron digitalmente en 3D la marquesina ampliamente curvada de la entrada sur y la enviaron a los contratistas locales para que prepararan maquetas individuales. Se hicieron ajustes in situ para crear una unión sin fisuras con los paneles adyacentes y garantizar la fluidez del patrón perforado. Una tarea minuciosa, ya que la curvatura y la desviación de la vertical se dan a lo largo de los dos ejes de la fachada, sin excluir la presencia adicional de persianas operables.