Casa Tunich / Ápiron

La Casa Tunich se encuentra en Telchac Puerto, una localidad costera al norte de la península de Yucatán.

El proyecto se desplaza sobre un predio regular frente al mar con veinte metros lineales frente al mar del Golfo de México y veinticuatro metros de ancho ubicado justo en la esquina del lote, estas características establecieron las bases para el diseño del proyecto. La casa fue diseñada priorizando las vistas al mar y buscando que el paso de los vientos proporcionara frescura al espacio en general.

La volumetría de la fachada principal se planteó con la premisa de dotar a los espacios interiores de la mayor privacidad posible respecto a la carretera que colinda con ella. El diseño se plantea como un zócalo de piedra de la región llamado Toh, que protege el interior de la casa y sobre el que se asienta un volumen macizo de hormigón pulido, en el que destaca el gran ventanal que se protege del exterior mediante una celosía de bajareque, una estructura de palos y cañas entrelazadas. Por otro lado, la fachada norte se abre completamente al mar a través de grandes ventanales y balcones con vistas que enmarcan la naturaleza.

Con 370 metros cuadrados de construcción, la casa se distribuye en dos niveles que separan el ámbito social de las zonas privadas. En la planta principal, encontramos la cocina, la sala y el comedor, todos integrados en un gran espacio abierto interactivo, las áreas de servicio y un cuarto de huéspedes también se encuentran en el primer piso; mientras que arriba se ubican las tres habitaciones familiares.

El proyecto cuenta con tres accesos, uno en cada frente de la propiedad. El principal se ubica en la fachada sur generado a través de una serie de escalones que levantan la casa del terreno natural, con la finalidad de permitir el paso del viento. El segundo se encuentra en la fachada norte que conecta la distribución interior con la zona costera federal. El tercer acceso es para vehículos, situado en el lateral de la vivienda, ocultando así los vehículos de las otras dos fachadas.

Todas las áreas sociales interiores se contemplan como espacios semiabiertos, que tienen la posibilidad de abrirse tanto al norte como al sur a través de grandes ventanales, conectando con los patios interiores y las áreas sociales exteriores. Dentro de estos espacios, lo que más destaca son los diferentes muebles de hormigón fabricados in situ y diseñados buscando un mobiliario de bajo mantenimiento para el clima corrosivo que normalmente encontramos en la costa. Los tonos grises del interior del proyecto se combinan con madera, fibras naturales e iluminación cálida, creando ambientes sencillos que invitan a relajarse en esta casa de playa.