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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA RESIDENCIAL
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Gemelos Masuria
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A la hora de decidir sobre un proyecto que va a formar parte del espacio, tenemos que darnos cuenta de que algunos cambios realizados en el paisaje pueden ser irreversibles. Por lo tanto, requieren un análisis en profundidad no sólo en función de las necesidades de los inversores, sino también una postración hacia el color local y los cimientos creados por generaciones anteriores.
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¿Debe ser la tradición local/regional la base de nuestro proyecto? ¿Estamos obligados a trabajar de acuerdo con el paisaje local y tener en cuenta el patrimonio arquitectónico de Masuria? Los edificios rurales con diferentes fines reflejan diferentes aspectos de la vida rural y las relaciones con el entorno. ¿Debemos aceptar este paisaje y adaptar nuestro proyecto a la región, o debemos subestimar el pasado y la tradición y crear algo completamente moderno?
Antes de decidirnos a crear este proyecto, nos planteamos algunas preguntas que debíamos responder junto con los inversores.
Primero analizamos la situación y llegamos a la conclusión de que la destrucción del paisaje está causada por una planificación espacial y un diseño arquitectónico poco hábiles que ignoran la especificidad cultural de las zonas rurales, deforman las tradiciones locales de construcción, ignoran los materiales de los objetos así como los parámetros de los edificios.
Trasladar los estilos de vida urbanos a las zonas rurales e imponer patrones urbanos de formación del espacio contribuyen a desdibujar las especificidades de los paisajes culturales rurales.
Queríamos evitarlo porque diseñamos para romper estereotipos, preservando el carácter local y respetando los valores que han sobrevivido durante generaciones. Desde el principio de nuestra aventura arquitectónica intentamos situar nuestras realizaciones en el contexto de la región pero saliéndonos de los marcos de lo previsible.
Las soluciones urbanísticas no pasaban por la creación de un nuevo complejo de edificios como una agrupación caótica de casas, destrozando el espacio de la parcela. Así, se creó un hábitat para dos familias no emparentadas entre sí pero afines, en el que los espacios comunes se configuraron de forma natural entre los edificios en forma de patio interior. Elaboramos una visión común sin distinguir a nadie. Cada edificio tiene un carácter interior diferente, pero una forma, unos materiales y una escala de construcción coherentes. Las proporciones de los objetos se mantuvieron y se refirieron a la arquitectura de la región, tecleando en el carácter prístino del paisaje.
Los materiales locales -madera y baldosas de cerámica- se obtuvieron de la demolición del antiguo granero. Se dividió en dos partes, que se entregaron a dos familias. La línea divisoria se sustituyó por la ventana con vistas al bosque, y las demás paredes conservaron su sencilla forma minimalista de granero.
Las tablas se han limpiado, cepillado y curtido in situ. La teja solía cubrir el tejado de ambos edificios, por lo que la nueva forma se vistió con una vieja capa limpia que encajaba a la perfección. Los carpinteros locales y los residentes nos apoyaron en los trabajos de construcción, lo que hizo que el valor del objeto aumentara proporcionalmente a las relaciones que hemos ganado.
Se diseñó un hábitat moderno con un edificio agrícola de madera, un garaje y edificios residenciales conectados por un pasillo de unión pero con dos entradas independientes. Cada familia recibió una sala de estar abierta con cocina y comedor con vistas al bosque. La parte nocturna, las zonas íntimas, están situadas en los lados opuestos de los edificios. En la intersección de los edificios se insertaron ventanas que dan al bosque. Desde el borde de la carretera se conservó la elevación tradicional y modesta del granero. En el lugar de la puerta existente del granero, diseñamos un pasaje de unión que conecta ambos sólidos, pero dos entradas separadas protegen la intimidad.
Más allá de la dimensión simbólica, inmaterial y emocional, este paisaje de Masuria tiene el potencial de convertirse en una inspiración para crear una nueva calidad de espacio y arquitectura contemporáneos. La condición es el reconocimiento correcto de la naturaleza del paisaje, la interpretación de su contenido y la indicación de las direcciones y los límites de las transformaciones.
En resumen:
La idea principal del proyecto era utilizar el claro natural en medio del bosque sin talar los árboles.
Las calzadas se hicieron de un eckrat sobre el que crece la hierba.
Se volvieron a utilizar materiales de un antiguo granero demolido: las piezas retiradas de un edificio complementaban a otro, haciendo referencia al carácter local y tradicional del lugar. No se desperdició nada.
DISEÑADO
2020
FINALIZADO
2022
DATOS TÉCNICOS
Superficie construida:236.26m2
Superficie útil:255.85m2
Volumen:1 291,66m3
Altura del edificio hasta la cumbrera:7.25m
Estructura:Estructura de ladrillo y madera
Alzado: Tablero reciclado
Cubierta Teja reciclada
Fuentes de energía renovables:Sí
Casa de bajo consumo energético:Sí
EQUIPO DE PROYECTO
arq. Mateusz Górnik
arq. Magdalena Górnik