Casa Grove de Clayton Orszaczky by Clayton OrszaczkyArchiExpo

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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA RESIDENCIAL

Cuando los propietarios de Grove House compraron su encantadora residencia, catalogada como patrimonio histórico, en Woollahra, en la zona este de Sídney, también estaban invirtiendo en la conservación de uno de los jardines privados compartidos de la ciudad. Los clientes llevaban un año pensando en mudarse y fue este jardín lo que realmente les atrajo. Como si de un jardín secreto se tratara, este oasis de serenidad está escondido cerca de una calle bulliciosa y sirve de amortiguador para las cinco viviendas que comparten la zona verde. El jardín es un generador de actividad comunitaria y social entre los residentes; un lugar de respiro y retiro, anfitrión de muchas celebraciones de cumpleaños y barbacoas comunitarias. Ha sido enormemente valioso durante una pandemia.

Un detallado informe sobre el patrimonio de la residencia identificó un boom de la construcción en la zona a principios de la década de 1870, que dio lugar a la mayoría de las casas de campo y terrazas de finales del periodo victoriano que se conservan. Los primeros registros de esta casa de dos plantas de estilo italianizante y su vecina a juego aparecen en un mapa de 1887; lo más probable es que se construyeran hacia 1885. Entre los años sesenta y ochenta, se realizaron una serie de cambios, entre ellos modificaciones en la parte trasera de la ampliación lateral original y la adición de un invernadero de cristal con entramado de madera en la parte trasera. La ampliación lateral era oscura y las grandes superficies acristaladas del invernadero ofrecían poca protección contra el clima, por lo que la parte trasera de la casa resultaba incómoda de habitar.

Tras adquirir la propiedad, los actuales propietarios vivieron en ella durante un año, llegando a comprender cómo se comportaba el edificio a lo largo de las estaciones. El informe sobre el patrimonio señalaba que las reformas y añadidos posteriores tenían pocos detalles y desmerecían el entorno del edificio. Apoyaba su sustitución por una respuesta contemporánea y contextual, basada en el clima. Habiendo trabajado con arquitectos en el pasado, los propietarios comprendieron la importancia de contratar a un profesional para hacer realidad su visión y mejorar el confort de la casa. Buscaron la experiencia de Clayton Orszaczky.

El encargo era sencillo: restaurar la conexión entre la casa y el jardín, una conexión que se había visto comprometida por las reformas y ampliaciones posteriores, tanto visual como físicamente. La familia quería mejorar la utilidad de la casa y crear un espacio que les encantara. La nueva ampliación debía incluir una cocina, una sala de estar, un tocador, un dormitorio y un cuarto de baño.

Los primeros modelos de Clayton Orszaczky revelaron una ampliación de dos plantas que enamoró inmediatamente a los propietarios. Con unos sencillos pero inteligentes movimientos, la arquitecta del proyecto, Rebekah Clayton, se aseguró de que la luz del invierno y de la mañana se canalizara hacia la parte trasera de la casa, mitigando el espacio que antes era oscuro, frío e inutilizable. Parte de la huella anterior se excavó, actuando como un pozo de luz para canalizar la luz del norte. La inserción de un patio proporciona una vista agradable desde la cocina, al tiempo que ofrece alivio de la propiedad vecina, junto con un pasillo de servicio y almacenamiento. La supresión del invernadero restablece una conexión directa con el jardín a través de grandes puertas de cristal con marco de acero que permiten la entrada de luz natural. Las únicas intervenciones en las habitaciones existentes fueron una mano de pintura y algunas carpinterías adicionales.

La afición de los propietarios por la arquitectura de hormigón, que inspiró la materialidad de su anterior casa, nació cuando residían en Japón. En su nuevo hogar, deseaban una sensación similar pero con una respuesta más suave. La forma curvilínea de la nueva adición de la última planta recuerda a una escultura en un paisaje, con el jardín de la azotea como prolongación del jardín compartido de abajo. En un principio, las formas escultóricas iban a construirse con hormigón encofrado, pero el arquitecto propuso un método de construcción más eficiente y menos costoso: mampostería revocada en el exterior con una construcción ligera y un revoco con aspecto de hormigón en el interior que consigue la suavidad del hormigón a la vez que proporciona un cerramiento aislante e impermeable. En el interior, las paredes curvadas abrazan a los habitantes en forma de capullo. El enorme banco de hormigón de la isla de cocina es el punto central de la casa. Un detalle ingenioso es el gran recorte redondo del banco: un contenedor para tablas de pan, fuentes o cubiteras, cuya forma refleja la luz de la parte superior.

Grove House se adapta a las idas y venidas de los tres hijos adultos de los propietarios y de los nietos que los acompañan, y ha experimentado una variedad de arreglos de ocupación cuando los miembros de la familia se han quedado por períodos prolongados, incluyendo encierros y trabajo desde casa. La casa se adapta perfectamente a la naturaleza multigeneracional de la familia, con partes que se cierran para mantener la intimidad cuando es necesario, y la cocina, el salón y el patio como espacios comunes para reunirse.

Esta cuidadosa remodelación de una gran casa de la época victoriana aprovecha al máximo la oportunidad poco común de un solar que linda con un jardín privado compartido, orientando las ampliaciones hacia este apartado espacio abierto. Al restablecer la conexión entre la casa y el jardín, Clayton Orszaczky ha creado una vivienda que ofrece confort térmico durante todo el año y ha dado a los propietarios la oportunidad de cultivar relaciones, tanto dentro de su propia casa como con la comunidad de su nuevo barrio.

Banco de hormigón; paneles de porcelana Artetech Ombra Carbone de Artedomus; grifería Brodware Halo; horno AEG; placa de cocción Miele; frigorífico Fisher and Paykel; lavavajillas Siemens; grifo Zip en negro mate; armarios en chapa de roble y pinturas Porter's Paints 'Aniseed' con un 10% de poliuretano de DSK.