Residencia Paintbrush / CLB Arquitectos

Evolucionando tan deliberadamente como el bosque que la rodea, la Residencia Paintbrush se erige como testimonio de la longevidad del meditado diseño.

Situado en un bosquecillo de álamos a las afueras de Jackson (Wyoming), este proyecto en forma de casa en un árbol reorienta al ocupante a su lugar en la naturaleza, acercándolo a una convivencia más íntima. Bajo el cuidado de CLB, la casa ha sido cuidadosamente elaborada y reconstruida durante las últimas dos décadas en una serie de elegantes iteraciones que apoyan a los cambiantes habitantes del lugar.

Terminada inicialmente por CLB en 2003, la casa, de 2.400 pies cuadrados, se encuentra en un pintoresco emplazamiento con una pequeña superficie edificable, a caballo entre las limitaciones espaciales y presupuestarias. El propietario quería una casa que sumergiera a sus ocupantes en la naturaleza, con la ligereza y porosidad que faltaban en la oscura cabaña de los años setenta que existía en el lugar. Mediante la rearticulación de las formas vernáculas a través de componentes modulares y detalles mecanizados, y la incorporación de materiales de lenta resistencia a la intemperie como el acero oxidado y el cedro, CLB trató de crear una estructura que se asentara con ligereza y cambiara sutilmente con el tiempo, un objeto orgánico dentro del paisaje.

El diseño de la residencia trastoca las relaciones público-privadas de una casa tradicional, situando la cocina, el dormitorio principal y el salón en el nivel superior, entre las copas de los álamos temblones. El amplio y luminoso volumen se revela de forma espectacular al subir las escaleras, cuando el ocupante "emerge" por fin entre las copas de los árboles. Un voladizo revestido de cedro en el segundo nivel amplía aún más la inmersión, permitiendo que las actividades diarias coexistan con amplias vistas del exterior.

Una banda continua de claraboyas acristaladas separa los techos altos de los muros exteriores y filtra la luz del sol al interior. En la planta baja, un dormitorio de invitados y la zona de entrada se sitúan cerca de la ladera, inundados de luz por la amplia ventana de dos pisos que bordea la escalera principal.

Veinte años después de su construcción original, la casa pasó a manos de un nuevo propietario que encontró inspiración en sus materiales humildes, sus detalles minimalistas y su evocadora calidad lumínica. El nuevo propietario escribió una carta a CLB en la que le pedía que revisara el proyecto. El nuevo diseño respeta los gestos estructurales decisivos del original, a la vez que refresca los espacios y superficies de mayor desgaste con detalles finamente elaborados y acabados cálidos, táctiles y naturales.

Los elementos actualizados se fabricaron y construyeron mediante técnicas modulares y mecanizadas similares a las utilizadas en la iteración original. El equipo colaboró estrechamente con el cliente para seleccionar una paleta de materiales de alta calidad, dando prioridad a la durabilidad y al juego de texturas. En la cocina, los módulos de armarios de roble blanco están enmarcados por acero con recubrimiento de polvo para imitar el exterior estructuralmente expresivo de la casa, y una isla reinventada facilita el entretenimiento. El baño principal invierte el plan original, colocando la bañera cerca de la ventana y envolviendo el techo y las paredes con azulejos y cálidos acabados de madera.

La honestidad de cada material y conexión aflora en un eco del original, desde las cabezas de los tornillos hasta los elementos mecanizados de los armarios. Inspirándose en el pasado y abriendo nuevas posibilidades para el futuro, el diseño de la casa abraza su proceso y las especificidades de su lugar.