Krueck Sexton Partners reforma los interiores y la cubierta de un trío de edificios bostonianos del siglo XIX

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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA COMERCIAL

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Tres edificios históricos del siglo XIX previamente unidos en la esquina de la calle Oliver poseían atractivos detalles del Renacimiento Románico, como ventanas de medio arco con lucernario en el exterior, pero su interior se había ido borrando poco a poco por un siglo de uso y reutilización. Los arquitectos trabajaron con el promotor para incorporar elementos originales de los edificios históricos y, al mismo tiempo, introducir notas modernas en las zonas comunes renovadas.

Los tres edificios -109 Purchase Street, 105 Purchase Street y 127-133 Oliver Street- se construyeron entre 1875 y 1889 y albergaron diversos negocios a lo largo del tiempo. Cien años después de que se construyera el último de los tres edificios, Jung/Brannen Associates Architects & Planners llevó a cabo en 1989 una enorme reforma integral que combinó las plantas y revitalizó el uso de los edificios como una única estructura de oficinas.

KSP introdujo un nuevo vestíbulo y una sala de estar para los inquilinos utilizando materiales que rendían homenaje a la memoria de los edificios originales. El renovado espacio de reuniones de 1.720 pies cuadrados juega con la estructura de ladrillo visto, creando un cálido rincón de reunión que ofrece un enfoque contemporáneo al vestíbulo de entrada, a la vez que muestra una pared verde de efecto ombre pintada sobre el ladrillo, un elemento original que tanto Juan M. Villafañe, socio de KSP, como Jason Roberts, director del proyecto, y Jessica Hughes, directora gerente de Tishman Speyer y directora regional de Boston, querían mantener. Los paneles de roble con textura de festón matizan las vigas de acero industriales y las paredes de ladrillo visto.

Las ventanas de la última planta están enmarcadas en roble y dan a las plantaciones adyacentes. La azotea, de 2.750 metros cuadrados, es un popular destino de oficinas: Sus tres miradores están rodeados de barreras de cristal blanco degradado, diseñadas a medida por Pulp Studio, que crean un efecto visual similar al de una nube a medida que el cristal se hace más transparente desde la base hasta la parte superior de las paredes. En la azotea hay dos zonas de asientos con vistas al paisaje urbano de Boston: una mira hacia el Seaport y la otra permite contemplar la Vía Verde.

Una rampa exterior salva la diferencia de altura de un metro entre dos de las estructuras existentes. En el interior de las pasarelas, una jardinera contiene uno de los distintos jardines de la cubierta. El estudio de arquitectura paisajista Omni Ecosystems, con sede en Chicago, colaboró con KSP en la planificación de las zonas verdes para que no sobrepasaran las limitaciones de carga de las tres estructuras.

La combinación de tres edificios separados en una esquina con un ángulo agudo creó una situación poco habitual: No hay ángulos rectos en el proyecto. "Los tres edificios no se unen a 90 grados", explica Villafañe. "El diseño se basa en estas geometrías existentes, que hemos hecho más evidentes en el jardín y la terraza" El resultado es un complejo de espacios bien equipados para las necesidades de los trabajadores de hoy y de mañana.