Salmela Architect amplía un restaurante de diseño propio para convertirlo en Wild Rice Retreat, un centro de arte y bienestar

¿Qué deben hacer los arquitectos cuando se les pide que actualicen un edificio que han diseñado? ¿No cambiar nada? ¿Arreglar los errores del pasado? ¿Tratarlo como un palimpsesto y hacer lo que hay que hacer? Este era el reto del Wild Rice Retreat para el arquitecto David Salmela.

Salmela diseñó originalmente Wild Rice como restaurante de destino en un terreno boscoso y en pendiente con vistas al lago Superior, en Wisconsin. La mecenas del local era Mary Rice, parte de la familia propietaria de Andersen Windows; Salmela recordó que el nombre del restaurante no procedía del grano, sino de su carácter distintivo. Las cuatro formas a dos aguas, ahuecadas por un patio interior, discurren perpendiculares a la rasante. La última, el comedor, se aparta de las demás, permitiendo la entrada de luz desde cinco direcciones, incluidas las claraboyas. Las cerchas que sostienen el tejado a 12:12 se pintaron -y se siguen pintando- de rojo. El resultado le valió a Salmela un Premio de Honor del AIA Minnesota en 2005.

Aunque era un lugar popular durante la temporada turística, con el tiempo el restaurante cerró. En 2018, Heidi Zimmer, una promotora de Minneapolis, compró el lugar y empezó a explotarlo como centro de retiros; el comedor se convirtió en estudio de yoga y espacio para aulas. El problema era el alojamiento -no había ninguno- y se recurrió a Salmela Architect para resolver esta necesidad. En lugar de construir un dormitorio compacto, Salmela diseñó tres tipos de cabañas individuales y colocó las residencias en grupos por todo el terreno. Dos edificios compartidos adicionales empiezan a convertir lo que antes era un único complejo en un campus.

Junto al edificio original, Salmela ubicó una "vaina de paz" de 960 pies cuadrados para reuniones; cuenta con un mirador y parterres ajardinados. En un claro al oeste, una sauna revestida de madera ofrece otro respiro. Un aparcamiento recoge los coches de los huéspedes, de modo que la extensión puede recorrerse sin vehículos.

Wild Rice Retreat cuenta con 35 habitaciones repartidas en siete "Ricepods", ocho "Nests" y cinco "Treehauses" Los Ricepods son estructuras compactas de 312 pies cuadrados con un porche de entrada y dos camas individuales. Los Nests, de 480 pies cuadrados, incluyen una sala de estar y un dormitorio privado. Las Treehaus, de dos plantas y 1.548 metros cuadrados, ofrecen cuatro dormitorios, cada uno con su propio cuarto de baño. Las cabañas más pequeñas están construidas sobre pilares, mientras que las Treehauses se asientan sobre bloques de hormigón. El piso superior es más alto que el inferior y sobresale para formar un porche cubierto; en el interior, la cocina/sala de estar tiene ventanas en tres lados. Todas las cabañas están revestidas de cedro (sin terminar y pintado de azul) y paneles de Richlite, con interiores revestidos de paneles de yeso y tilo americano. Salmela, Zimmer y TVL Studio trabajan actualmente en una segunda fase que añadirá al retiro viviendas disponibles para la compra.

Las mejoras realizadas mantienen una característica chimenea exterior abierta que Salmela diseñó para el Wild Rice original, un elemento que se ve en muchas de las casas privadas del arquitecto. La estructura poco profunda en forma de C, construida en ladrillo y pintada de blanco, es un marcador vertical. "Se trata de esta idea primitiva de la belleza de sentarse alrededor de una hoguera por la noche", dice Salmela. Pero a la mañana siguiente, las cosas no pintan tan bien. Con esta forma, el humo sigue subiendo por la superficie interior; el hollín acumulado resultante parece un cuadro de Robert Motherwell, reflexiona Salmela. También parece una ruina, como si un edificio anterior situado alrededor del hogar se hubiera quemado y sólo quedara una columna.

El año pasado, Wild Rice Retreat recibió una mención a la excelencia en el diseño para el bienestar del AIA Minnesota. A lo largo de los años, la gente ha visitado Wild Rice e, inspirada, ha llamado a Salmela para iniciar sus propios proyectos. "El teléfono no para de sonar", dice el arquitecto. "Sigo sin entender por qué esta gente acude a nosotros. Pero aparecen"

Wild Rice Retreat es una de las razones. Zimmer dijo: "Es difícil no sentir nada más que un gran suspiro de alivio y alegría cuando llegas"