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Colmenar urbano / Palafito Arquitectura

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Seleccionado en la XII BIAU y en la Bienal de Colombia, este pequeño edificio de bambú para miles de abejas Apis mellifera permite que abejas y estudiantes convivan en un mismo lugar. Con la paradoja de que las abejas están dentro -pero en un espacio que se abre al cielo- y los humanos están fuera -pero protegidos por un bosque esbelto y escultural-.

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El diseño se basa en cuadrados de diferentes tamaños que se complementan en planta y sección, marcando las esquinas de una estructura eficiente. El edificio se resuelve con sólo dos materiales: por un lado, el bambú que forma la estructura, como un bosque de columnas que no siempre tocan el suelo, pero dan orden al edificio y acentúan su potente verticalidad. Y por otro, el metal, que forma el cerramiento y permite cierta permeabilidad entre el interior y el exterior, entre el edificio y su contexto.

A través de los umbrales, las circulaciones de diferentes dimensiones y los intersticios que crean las columnas, se forman capas de permeabilidad. Para este inusual encargo, atendimos a las preocupaciones de los investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad, con quienes descubrimos, por ejemplo, que a las abejas no les gusta el negro, y que el blanco era mucho más adecuado, ya que el programa requería dos espacios muy diferentes.

En la primera planta, donde los investigadores querían un pequeño laboratorio, se encuentra el espacio de trabajo: una caja metálica translúcida que impide la entrada de las abejas y forma una base sólida en el bosque de bambú. Esto contrasta con el nivel superior, reservado a las colmenas: un recinto ligero, igualmente metálico y translúcido, que se abre al cielo e invita a las abejas a salir en busca de más huertos urbanos.