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Casa Galería / Antonia Cabezón - Pabla Amigo

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Al caminar por un bosque, podemos vislumbrar entre los árboles caminos que en realidad no lo son. A veces los claros se abren a sus lados, otras veces continúan sin final aparente, perdiéndose entre la espesura. Casa Galería propone una forma de habitar y caminar como continuación del bosque en el que se encuentra. Un camino marcado por elementos verticales con claros -o espacios para estar- anexos a este recorrido.

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El encargo consistía en una casa de vacaciones, apta tanto para verano como para invierno, con mucha luz natural, espacios comunes integrados para la convivencia familiar y dos alas independientes para los dormitorios.

Para hacer frente al gran desnivel del terreno, se propone un pasillo central en el nivel de acceso desde el que se ramifican las circulaciones hacia arriba con los dormitorios y hacia abajo con los espacios comunes. Esta disposición en niveles intermedios permitió un volumen aterrazado que no resultaba invasivo en el paisaje ni para los vecinos que se encuentran más abajo. Además, generó un interior con doble altura y diferentes espacios balconeros que se incorporan y dan mayor amplitud espacial.

La estructura de la casa está compuesta por una sucesión de pilares y vigas de pino oregón nacional, el revestimiento interior de pino blanco y el revestimiento exterior de fibrocemento. El contraste entre los materiales resalta la estructura que se dejó a la vista, marcando el ritmo de la construcción.

Para ubicar la casa se aprovechó el espacio dejado por la retirada de seis pinos que corrían riesgo de caída debido a su tamaño y a la pendiente del terreno. Debido a la acidez del suelo bajo estos árboles, el bosque autóctono no podía crecer en el lugar, dejando un terreno desnudo. Por lo tanto, no fue necesario retirar ningún árbol autóctono para la instalación de la casa.