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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA COMERCIAL
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Nuevo hotel de Snøhetta en los acantilados de un fiordo
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Cuatro cabañas construidas según criterios circulares dan al fiordo noruego y se funden con el espectáculo de la naturaleza virgen.
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Nacido de la colaboración con el empresario Tom Bjarte Norland y la marca de interiores Vipp, el Bolder es el hotel de diseño diseñado por Snøhetta compuesto por pequeños pabellones, cuatro hasta el momento, enclavados en los acantilados de un fiordo noruego. El proyecto se centra en una idea fundamental: llevar la naturaleza salvaje a estos pequeños nidos, generando una experiencia única que desencadena un fuerte sentimiento de pertenencia a un ecosistema más amplio.
Unos robustos pilares de hormigón elevan las cabañas del suelo, dando la impresión de flotar entre las estratificaciones geológicas y la escasa vegetación. Los grandes ventanales están dispuestos de forma que abrazan el paisaje en un ángulo máximo sin interferir con las unidades vecinas. Las cuatro casitas también se llaman Cabañas de las Estrellas debido a la presencia de una claraboya que permite admirar las estrellas por la noche. Las cabañas están organizadas en dos niveles, una zona de dormitorio con cuarto de baño en la planta inferior y una zona de estar con cocina en la superior, donde la sensación de suspensión se acentúa aún más.
Snøhetta quería crear ambientes cálidos y diferenciados en los interiores de las cabinas, utilizando la misma madera de roble tratada de forma distinta. Del mismo modo, el mármol y el cuero utilizados en otros acabados interiores se declinan en distintos colores para dialogar mejor con el paisaje. Los exteriores, en cambio, están revestidos con madera de cedro rojo sin tratar, destinada a perder saturación con el tiempo y mezclarse con las formas y colores dominantes. Los materiales resultantes de las fases de construcción se reutilizaron como áridos en el hormigón, en el caso del granito, y se recogieron para usos posteriores, en el caso de los árboles arrancados.