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Gimnasio de la Escuela Secundaria Honjo de la Universidad de Waseda

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La luz natural ilumina el ingenio estructural

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Al tratarse del gimnasio de un instituto afiliado a una de las principales universidades privadas de Japón, el concepto de diseño se basa en la idea de que es un centro educativo.

Por lo general, las ventanas de los gimnasios se cubren con cortinas opacas cuando hay competiciones. En este proyecto, sin embargo, el objetivo era crear un gimnasio que permitiera la entrada de luz natural indirecta, adecuada para los ejercicios de interior, y que bloqueara la fuerte luz directa del sol para que se percibiera el ambiente exterior.

Para lograr este objetivo, se diseñaron cuatro "tubos" estructurales alrededor del perímetro del estadio. Estos tubos desempeñan un papel importante en el funcionamiento de la instalación, ya que albergan equipos de aire acondicionado, iluminación y sonido. El acceso es posible a través de escotillas construidas en las paredes. El tubo más exterior es el más espacioso y funciona como pasillo, pista de atletismo cubierta y paso de luz indirecta a la arena.

Con pequeños y grandes agujeros perforados en las paredes de la arena en lugares estratégicos, la luz natural que penetra en el núcleo de la arena es pálida y tenue, parecida a un sol de medianoche. Esta orientación hace innecesarias las cortinas opacas.

Tanto el interior como el exterior se acabaron en hormigón visto. La ornamentación se redujo al mínimo para aclarar la composición del edificio. La disposición estructural se asemeja a la de un templo; la intención de la configuración espacial era crear un lugar donde los usuarios pudieran aprender la "esencia" de las cosas.

El edificio carece por completo de color o pintura añadidos, tanto en el interior como en el exterior; el hormigón gris "primitivo" es su única firma. Sería más correcto decir que no se "siente" su color en el sentido tradicional. En su lugar, el espacio permite una sensibilidad por la luz, los materiales y la captación de una esencia más natural. Esta búsqueda de la "belleza sencilla" se aleja de las tendencias mundanas seculares.

El gimnasio está diseñado para ser una extensión de lo cotidiano; a medida que los estudiantes ascienden por las plantas, su experiencia se vuelve gradualmente más extraordinaria. Sin embargo, la intención del diseño no es que lo cotidiano se "invierta" en extraordinario, sino que se convierta en una experiencia más común y "cotidiana". Al diseñar este gimnasio, pensamos en la idea de una expresión arquitectónica que puede ser moderna, pero también "universal" en el sentido de que puede pertenecer a cualquier época.