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Orionis | Snøhetta

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Planetario y observatorio de Douai

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El planetario y observatorio Orionis es un nuevo destino cultural en la ciudad de Douai, en el norte de Francia, inspirado en el movimiento elíptico y continuo de las estrellas. Situado en un emplazamiento extraordinario, entre el río Scarpe adyacente, el museo arqueológico Arkéos y un complejo residencial cercano, el proyecto pretende conectar armoniosamente estos elementos y crear un espacio accesible e inspirador para los visitantes. El diseño de Snøhetta es un edificio unificado con curvas que envuelven las dos cúpulas de la sala de proyecciones y el observatorio.

En estrecha colaboración con CET Ingénierie, Impact Conseil et Ingénierie, Cicanord, Studio Dap y Atelier Silva Landscaping, Snøhetta ha estado trabajando en el edificio desde finales de 2019, viendo el proyecto desde el concepto hasta la construcción. Orionis abrió sus puertas al público el 13 de mayo de 2023.

Elipse: un concepto atemporal y fluido

La ambición de Snøhetta era crear un lugar de encuentro extraordinario y un nuevo destino para los habitantes de Douai. El concepto arquitectónico y urbano de nuestro proyecto se inspira en el movimiento elíptico de las estrellas.

"Ser continuo, fluido y perpetuo son nociones que hemos reinterpretado en el proyecto, no sólo en cuanto a la forma, sino también en la experiencia que los visitantes tendrán del planetario, empleando todos los sentidos", explica Kjetil Trædal Thorsen, cofundador de Snøhetta.

El concepto de movimiento continuo ha inspirado todo el proyecto, definiendo desde la zona de recepción, los espacios de exposición, el anfiteatro y las cúpulas del edificio. El edificio está unido por una rampa ligeramente inclinada, visible desde el exterior a través de la fachada parcialmente translúcida del edificio.

Integrado en el entorno local

La noción de intemporalidad también se encuentra en el movimiento continuo del río Scarpe y el paisaje circundante que teje un vínculo físico y visual con el planetario. Está diseñado para integrarse a la perfección con el Museo Arkéos y comparte zonas ajardinadas y aparcamientos destinados a conectar estas dos entidades culturales.

Las dos cúpulas pretenden ser una señal visual que pueda verse desde lejos sin afectar al vecindario local. El objetivo de Snøhetta era revelar el programa y la función del edificio desde el exterior a través de sus formas.

Vinculación del paisaje con el entorno

El diseño de los espacios exteriores tiene dos caracteres distintos: el paisaje circundante y un patio interior elíptico. Ambos contribuyen a crear un destino cultural coherente y contextualizado que aprovecha las características sobresalientes del emplazamiento a la vez que se integra perfectamente en el paisaje circundante.

El paisaje está diseñado para fomentar la biodiversidad e integra los materiales presentes en el emplazamiento. El jardín tiene un camino continuo que conecta varios espacios exteriores y el edificio. El camino está pavimentado con piedra azul natural procedente de Bélgica, lo que aporta una capa adicional de textura y expresión visual. Además, se han colocado plantas y árboles estratégicamente para integrar las plazas de aparcamiento y la explanada.

El tejado está plantado con hierba silvestre, creando un elemento visual natural y orgánico muy visible en el interior del edificio. Una vez dentro del edificio, el patio plantado y acristalado es visible desde todos los espacios interiores y funciona como un tranquilo espacio al aire libre, proporcionando una conexión con el paisaje natural exterior.

Los usuarios en el centro del proyecto

El diseño del edificio responde a las necesidades de los numerosos usuarios, manteniendo un sentido de coherencia y continuidad con el tema general del planetario. El circuito de visitantes fluye suavemente desde la entrada, pasando por la tienda de regalos y el espacio de exposición, hasta llegar a la sala de inmersión. A continuación, la rampa lleva suavemente al público de vuelta a la planta baja y hacia la salida.

Para que los flujos no se crucen, algunas zonas tienen accesos específicos, como la zona del observatorio y las oficinas de la primera planta.

La materialidad, elemento clave

La envolvente exterior del planetario se inspira en la región circundante y en los materiales utilizados en los edificios cercanos, como el Museo Arkéos y las casas de ladrillo. Se compone de tres colores principales: el color madera evolucionado del álamo, el color óxido de los brise-soleils de acero y la membrana de PVC gris claro que cubre la cúpula de la sala de proyección.

El color de los paneles de acero delante de los muros cortina de la fachada principal y el revestimiento de madera, ambos inspirados en el Museo Arkéos, contribuyen a un diseño cohesivo que se funde con el entorno. El tejado del nivel inferior cercano a las parcelas vecinas está cubierto de vegetación, lo que añade un elemento natural que ayuda a integrar el proyecto en el paisaje existente del emplazamiento. La cúpula de la sala de proyecciones está cubierta con una membrana de PVC gris claro, lo que reduce su impacto visual y realza el recorrido de la rampa que serpentea alrededor de la fachada.

Ambiciones de sostenibilidad

La sostenibilidad desempeñó un papel importante en el diseño del proyecto. La calefacción del suelo de la sala de exposiciones se suministra mediante energía geotérmica, y proporciona calefacción al edificio durante el invierno y refrigeración durante el verano. Además, se han instalado sensores en varias aberturas para permitir una ventilación natural inteligente. Por último, los parasoles y el tejado verde también contribuyen a una regulación responsable de la temperatura del edificio y del agua de lluvia. Se prefirieron materiales de origen local para limitar la huella de carbono y permitir una obra de bajo impacto ambiental.

Colaboradores

Ingeniería del edificio: CET Ingénierie

Ingeniero medioambiental: Impact Conseil et Ingénierie

OPC: Cicanord

Ingeniero acústico: Studio Dap

Paisajismo: Atelier Silva Landscaping y Snøhetta

Fotografía

Jad Sylla