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#PROYECTOS DE PAISAJISMO Y URBANISMO

Se trata de una iniciativa integral diseñada para mejorar y revitalizar los barrios marginales existentes en la ciudad. El proyecto se centra en una parcela costera estratégicamente situada que abarca asentamientos chabolistas y un canal, lo que pone claramente de manifiesto la disparidad visual entre los acomodados y los empobrecidos. Su principal objetivo es mejorar las condiciones de vida de los menos afortunados y salvar la brecha existente entre las distintas clases socioeconómicas. Una parte importante de la población reside en barrios marginales en condiciones de vida muy duras. Sin embargo, los barrios marginales poseen culturas distintas y un encanto derivado de su naturaleza diversa. El objetivo del proyecto es preservar la esencia cultural de la barriada en este pueblo, en el que cada módulo lleva su propia narrativa. Para evitar módulos idénticos, se han creado ocho tipologías de planos distintas mediante técnicas de diseño algorítmico. Cada tipología de plano puede ser elegida por el propietario y dispuesta según sus preferencias. Los tejados y las zonas comunes de la villa están equipados con paneles solares que aprovechan la luz del sol para generar electricidad. Además, el agua de lluvia se recoge en tanques y posteriormente se utiliza para el saneamiento y se purifica para obtener agua limpia. La aldea se abastece de alimentos en la granja y los mercados de pescado. Los residuos orgánicos se utilizan eficazmente como abono para nutrir los cultivos, mientras que otros tipos de residuos se clasifican y separan en instalaciones de reciclaje. El objetivo principal del proyecto es crear un sistema de vida autosuficiente. Este sistema abarca toda la diversidad basada en el sistema autosostenible. Los recursos naturales como la luz solar, la lluvia y el viento son piedras angulares de ese sistema. La vida comunitaria incluye módulos habitables, zonas agrícolas, plazas de socialización y reinos verdes que contribuyen a un sistema de vida autosostenible.

El pueblo, con una superficie de 12.800 m2, acoge a unas 400 personas y consta de unidades residenciales junto a módulos de servicio y una plaza central. Además, los puentes flotantes sirven de conexión entre los dos lados del canal. Las paredes de las estructuras están construidas con bloques de plástico reciclado, que se crean comprimiendo plástico desechado en máquinas especializadas. Los tejados y los tableros, por su parte, están hechos de residuos microplásticos. Cada módulo de vivienda individual tiene capacidad para reciclar 9 toneladas de plástico, mientras que la comunidad en su conjunto consume 72 toneladas, y la aldea entera utiliza un total de 1152 toneladas. Las viviendas están concebidas como estructuras modulares de diseño simplista. Cada módulo habitacional tiene una superficie de 64 m2 y ofrece espacio para actividades agrícolas y de interior. La forma arquitectónica de estos módulos se asemeja a la de las humildes casas de una sola planta que suelen encontrarse en los barrios marginales. Este diseño permite a cada familia adaptar fácilmente su módulo de vivienda a sus necesidades específicas. La forma cuadrada de los módulos y su distribución adaptable se integran perfectamente en el sistema urbano cuadriculado de Lagos. Las unidades de vivienda están equipadas con amplias comodidades e instalaciones necesarias. Cada unidad de vivienda media consta de un cuarto de baño compacto, cocina, zona de estar y espacio para dormir. El espacio interior total oscila entre 15 y 24 m2, mientras que la superficie total de un módulo de vivienda es de 64 m2. Cada módulo contiene un sistema de recogida de agua de lluvia y un depósito de depuración. El hecho de que Lagos tenga un clima tropical de sabana revela unas condiciones óptimas para recoger agua de lluvia para el riego de los cultivos, el saneamiento y el agua potable. También una fuente en la plaza convierte el agua de lluvia en agua potable.