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Boba Bear Café / Estudio KKOL

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En el ballet El lago de los cisnes de Chaikovski aparecen un cisne blanco y un cisne negro, que representan el bien y el mal, respectivamente. Del mismo modo, la película Cisne negro, protagonizada por Natalie Portman, retrata a Nina -una protagonista que aspira a pasar de ser un cisne blanco a un perfecto cisne negro- a través de una sinestesia de deseo y ansiedad. Así, los cisnes blanco y negro no son sólo una cuestión de simple contraste de colores, sino que también implican afectos contradictorios y transformación.

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Las plantas segunda y tercera de Boba Bear funcionan como cafetería y hookah bar. La polaridad de los conceptos blanco y negro se desplegó teniendo en cuenta el fascinante contraste que encierra su modelo de negocio. El espacio se concibió para representar a los clientes: suaves cisnes blancos que disfrutan del ocio de una taza de café durante el día y cisnes negros que desean desviarse de la rutina diaria mientras saborean narguile y whisky por la noche. Como la transición repentina entre los actos de una obra de teatro, las atmósferas similares pero diferentes de los dos espacios reciben al público con sólo una corta escalera entre ellos.

Los dos espacios expresan simultáneamente el poderoso contraste entre el blanco y el negro y comparten aspectos de la identidad única de Boba Bear. La textura de las paredes aplicada con una técnica especial de enlucido, las huellas de los azulejos preexistentes, la columna de H-BEAM envuelta con cuerda, el tabique corredizo de madera estampada y el marco de la puerta de acero inoxidable se aplicaron de forma coherente en ambas plantas para unir los espacios físicamente bifurcados bajo una misma marca. Los aspectos clave del diseño se conceptualizaron para crear efectos visuales y acompañar la función de cada aspecto. Por ejemplo, el tabique corredizo de madera estampada se instaló justo delante de la estructura original de la puerta plegable que conectaba con el balcón, lo que permitía tanto controlar la cantidad de luz que entraba en el espacio como abrirlo para pasar y ventilar en caso de emergencia. Además, la columna envuelta en cuerda era una estructura de vigas para el edificio que no podía retirarse. En lugar de ocultar la columna, le añadimos diversión extravagante incorporándola a la línea principal de movimiento. La gruesa cuerda negra utilizada crea unidad visual entre las dos plantas y también se instaló de forma que coincidiera con la altura de hombros y rodillas de un adulto medio para aliviar cualquier choque en posibles colisiones.

A diferencia del fuerte contraste entre las dos plantas, los espacios individuales transmiten impresiones neutras. Se pretendía que parecieran refinados pero ásperos y libres pero disciplinados. Al igual que las sonrisas puras que se muestran en el escenario y la respiración pesada y áspera que se libera entre bastidores, intentamos encontrar un equilibrio adecuado entre la superficie coexistente y su parte inferior.