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Restaurante Olga Ri / Nitsche Arquitetos

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El nuevo restaurante Olga Ri está situado cerca de la Avenida Paulista, en São Paulo, y consiste en la renovación de un local comercial en una zona de mucho tránsito.

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Inicialmente, Olga Ri funcionaba exclusivamente como un servicio de entrega virtual, ofreciendo ensaladas y platos saludables. Ahora, se invitó a Nitsche Arquitetos a diseñar el espacio físico que transmitiría los ideales de la empresa a través de un nuevo concepto de restaurante.

El proyecto pretende crear un ambiente acogedor y vibrante, inspirado en los ideales de la marca. Mediante el uso de colores llamativos y espacios agradables, el nuevo restaurante pretende ser no sólo una opción gastronómica para atender a los empleados y vecinos de la zona, sino también un lugar de encuentro y un escaparate de los principios de Olga Ri de alimentación sana, consciente y relajada.

Entre los retos, la sostenibilidad fue una preocupación central en el proyecto, en línea con el compromiso de Olga Ri. Se aprovecharon al máximo los elementos estructurales existentes, evitando el despilfarro y reutilizando las características preexistentes del inmueble. Por ejemplo, se conservaron las paredes de ladrillo visto y los techos de madera, resaltando la autenticidad de la estructura. También se conservó la celosía de la fachada, que añade personalidad al espacio.

Además, era necesario adaptar la identidad visualmente vibrante, llena de colores y formas geométricas, al espacio tridimensional. Para ello, los colores y la tipografía de los materiales gráficos de Olga Ri se incorporaron a la señalización, el suelo de mosaico y otros elementos arquitectónicos utilizados. También se diseñaron espacios centrados en la comunidad y el intercambio para transmitir la esencia de la marca.

La entrada al restaurante, situado en la calle Haddock Lobo, conduce a un vestíbulo de doble altura, que antes era el antiguo retranqueo de la fachada de la casa. En este entorno destaca un generoso mostrador de acero inoxidable, donde se toman los pedidos y se montan las ensaladas. Todos los ingredientes están expuestos, lo que añade color y personalidad al espacio. A la izquierda, una vibrante escalera naranja conduce a las mesas del segundo piso y al nivel de la cocina. El vestíbulo se caracteriza por su techo de madera preexistente y sus paredes de ladrillo. Siguiendo hacia delante, se llega al patio exterior, repleto de vegetación, donde una grada amarilla rodea todo el espacio, acompañada de muebles de madera. Esta configuración proporciona un entorno flexible y adaptable, adecuado para diferentes ocasiones y reuniones cotidianas.