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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA PÚBLICA
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El pabellón monolítico del museo de Nueva York presenta una galería en forma de "cubo perfecto
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Los arquitectos españoles Alberto Campo Baeza y Miguel Quismondo han colaborado en la creación del Pabellón Robert Olnick para el museo de arte italiano Magazzino de Cold Spring, Nueva York.
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El pabellón revestido de hormigón es la segunda estructura del campus del museo, dedicado a promover el arte y el diseño italianos en Estados Unidos.
Quismondo, que diseñó el primer edificio del recinto, trabajó con Baeza para ampliar las capacidades de la galería de la institución.
El pabellón está parcialmente sumergido en una colina verde inclinada, con entradas a ambos lados del edificio en la parte superior e inferior de la pendiente.
Tiene una fachada monolítica de hormigón con pocos detalles, puntuada en algunos puntos por sencillas ventanas cuadradas. En la cima de la colina, la estructura tiene un elemento vertical que da al conjunto del edificio forma de L.
Dentro de este espacio se concibió una galería de doble altura como una sala isótropa que es un "cubo perfecto", según los arquitectos. Se colocaron ventanas en cada esquina para crear un efecto de reloj de sol cuando entra la luz del exterior.
"Construimos el Pabellón Robert Olnick como un poema: un cubo blanco atravesado por la luz", dijo Baeza.
"El espacio principal encarnará la belleza de las obras de arte que expone, y con un diseño isotrópico que talla una abertura en cada esquina, cada detalle será tocado por la magnífica luz del sol"
"No muy diferente a la emoción del nacimiento, es con gran expectación que entregamos este segundo edificio al museo"
El edificio tiene dos plantas y una entreplanta, con una larga primera planta que se extiende a lo largo de la estructura y alberga diversos espacios de programación, terminando en una pared final de cristal que da a un patio hundido.
La planta principal alberga las dos galerías principales, una en el extremo largo del edificio y otra alojada en el elemento de doble espacio creado por el elemento vertical en la parte superior de la pendiente.
"El pabellón tiene una distribución humilde que resalta materiales industriales como el hormigón para facilitar un entorno conceptualmente fuerte y estéticamente neutro que complemente el arte y el diseño italianos contemporáneos y de posguerra que expondrá", explica el museo.
Entre los dos espacios de la galería hay un entresuelo al que se accede desde la puerta situada en la parte superior de la pendiente. Este espacio alberga una cafetería con una zona de asientos que se extiende al aire libre.
Todos los interiores son de un blanco crudo, en consonancia con el minimalismo de la fachada. El suelo de hormigón pulido y las luces superiores sin juntas se diseñaron para añadir suavidad al interior.
El museo tiene previsto inaugurar sus primeras exposiciones en otoño, con obras de diseñadores y artistas italianos como el pintor Mario Schifano y el arquitecto Carlo Scarpa.
Baeza y Quasimondo lleva más de veinte años trabajando con los fundadores del museo, Nancy Olnick y Giorgio Spanu, y en 2003 diseñó la casa de ambos, que fue el primer proyecto de Baeza en Estados Unidos.
Otros proyectos de Baeza incluyen un complejo deportivo en Madrid diseñado para ser una "caja de luz" y una casa minimalista de paredes blancas en Monterrey (México).
La fotografía es de Marco Anelli.