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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA RESIDENCIAL
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El PPAA sumerge los dormitorios bajo una casa con estructura en forma de A cerca de Ciudad de México
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El estudio local Pérez Palacios Arquitectos Asociados ha terminado una casa de madera en forma de A con dormitorios subterráneos en una zona boscosa a las afueras de Ciudad de México.
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Enclavada en el bosque de Valle de Bravo, la residencia tiene dos volúmenes apilados uno sobre otro, con las zonas públicas sobre el suelo y las privadas debajo.
En la planta baja, la estructura en forma de A alberga un salón-comedor semiabierto, una cocina y una sala de estar, con una superficie mínima para crear espacio para una terraza. La estructura en forma de A se compone de elementos prefabricados traídos a la obra.
La parte superior y los laterales son de cristal, al igual que el espacio de la parte trasera. En la terraza se colocaron una piscina exterior y una zona de estar para acercar a los ocupantes al bosque circundante y aprovechar la gran base donde se encuentran los aspectos subterráneos.
"El objetivo principal de este proyecto era dar más importancia al entorno presente y al espacio abierto dado, abrazando la idea del vacío incluso con la posibilidad de que la arquitectura desapareciera", explicó a Dezeen el fundador de Pérez Palacios Arquitectos Asociados (PPAA), Pablo Pérez Palacios.
Una escalera sumergida en la terraza conduce al nivel inferior, que contiene tres dormitorios, cada uno con baño privado, y un pequeño estudio.
Las zonas de descanso se enterraron en el suelo, con ventanas que dan al exterior y la privacidad que ofrecen los árboles circundantes.
"Este método de diseño te da la posibilidad de desconectar de verdad mientras disfrutas de tu propia soledad en la naturaleza circundante, obligándote suavemente a tener ese momento de relación con el sitio, aunque sólo te vayas a la cama", dijo Pérez Palacios
El acabado negro del exterior del volumen inferior y las tejas oscuras del tejado se eligieron para ayudar a la casa a fundirse con el entorno.
"La paleta se centra en un material básico, la madera certificada, para transmitir un sentimiento de admiración y respeto por el entorno de la casa", explica Pérez Palacios.
"Mientras que el acero inoxidable, la carpintería de ónice y las paredes acabadas a mano se utilizan para evocar una sensibilidad sin pretensiones y, como yo diría, 'dar protagonismo al bosque'"
El agua de lluvia se recoge en el tejado inclinado y se conduce a un depósito de agua abierto para su reutilización.
Además de recoger el agua de lluvia, la estructura en forma de A al aire libre también sirve para filtrar la luz y ventilar pasivamente la casa.
Para reducir aún más el impacto sobre el terreno, el estudio sólo retiró un árbol, que reutilizó como barandilla en la terraza.
Los interiores se decoraron con materiales naturales en tonos neutros, y también se utilizó madera certificada en las paredes interiores.
La fotografía es de Rafael Gamo.