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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA RESIDENCIAL
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Reforma de piso en Sants / midori arquitectura
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La intervención consiste en la rehabilitación de una vivienda en un edificio residencial centenario del barrio de Sants, en Barcelona.
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El piso se encontraba en mal estado, tras muchos años de escaso mantenimiento, con instalaciones obsoletas y patologías estructurales que se habían agravado con los años, y una distribución muy desafortunada, con un largo pasillo que se ensanchaba creando un espacio sin uso definido, dos estancias interiores sin iluminación ni ventilación natural, y una habitación a la que se accedía a través de otra. La propuesta, por tanto, pretende mejorar estas condiciones, y resaltar los elementos propios de la vivienda que la hacen distintiva.
Dos son los principales condicionantes a la hora de plantear la intervención: por un lado, una geometría alargada que dificultaba el aprovechamiento de la zona central, sobre todo si tenemos en cuenta que el piso no dispone de patios interiores. Por otro lado, la posición de las tuberías de desagüe impedía situar la cocina y el aseo lejos de ellas. Teniendo en cuenta estos factores, se decidió mantener los dormitorios junto a la fachada frontal, el salón orientado a la fachada opuesta y vaciar la galería para acercar la cocina al salón. El cuarto de baño se mantiene en la misma posición aunque se amplía ligeramente su superficie, colocándose junto a la cocina a lo largo de la medianera, liberando el resto del espacio.
La nueva distribución surge de estas condiciones y de la intervención estructural realizada en la casa. Los derribos revelan la presencia de un techo de vigas de madera y bóveda cerámica en bastante buen estado, que queremos mostrar y poner en valor. Sin embargo, debido a la antigüedad del edificio y a la demolición de todos los tabiques interiores que contribuyen a controlar la deformación del forjado, se coloca una nueva viga de lado a lado.
Es precisamente esta viga la que articula la nueva disposición de la casa. Debido a la longitud del forjado, hay dos vigas perpendiculares que lo soportan, y que se sitúan justo a lo largo de los tabiques interiores. Estos soportes, sin embargo, se sitúan unos 60 cm por debajo de la viga y se unen a ella mediante pequeños perfiles de acero, que actúan como pilares. Esta separación permite disponer de un espacio sobre los tabiques que deja pasar la luz natural de ambas fachadas hasta el centro de la casa, haciendo posible ver de punta a punta todo el techo original de bóveda cerámica. La viga se cubre con tabiquería seca hasta el nivel de las vigas de soporte para protegerla del fuego, dando la apariencia de un gran elemento estructural apoyado sobre dos soportes Este elemento sirve de hilo conductor de toda la intervención, recorriendo toda la longitud del espacio y acompañando la secuencia de estancias, a modo de enfilada de fachada a fachada.
Este eje se resalta con un acabado de tablero MDF hidrófugo en su cara inferior, utilizando el color verde como concepto vertebrador del espacio. Es a lo largo de este eje por donde discurren las instalaciones eléctricas que se distribuyen por toda la vivienda, y donde se ubican las luminarias de las diferentes estancias, manteniendo el techo libre de cableado y elementos que pudieran entorpecer su percepción.
Con la misma voluntad de resaltar los elementos originales de la casa, se recuperó parte de las baldosas hidráulicas tradicionales de Barcelona que cubrían algunas estancias, y que descubrimos al arrancar el suelo cerámico que la cubría. No fue posible recuperar todo el pavimento original de la casa ya que el suelo presentaba una gran deformación y fue necesario crear una nueva losa de hormigón para evitar futuras patologías estructurales. Por este motivo, la baldosa hidráulica se coloca sólo en una estancia, reutilizando aquellas piezas que se encontraban en mejor estado. Se presenta en el centro del suelo, como si fuera una alfombra, reivindicando así esta zona del piso como un espacio polivalente, que puede utilizarse como comedor, despacho o habitación de invitados, y que disfruta de la luz natural que entra por las ventanas interiores situadas sobre las vigas de soporte. La versatilidad de este espacio se ve reforzada por los paneles móviles que permiten la privacidad cuando es necesario. Se trata, por tanto, de una intervención respetuosa con las preexistencias, que mantiene elementos originales que merecen ser valorados, mejorando todo aquello que no se ajustaba a las necesidades de los nuevos usuarios, o a los requerimientos funcionales actuales.