Forma transforma un invernadero centenario en un aula climática de Væksthuset

Un invernadero de 105 años del Jardín Botánico de Copenhague ha sido desmontado y reconstruido en un nuevo emplazamiento por el estudio de arquitectura Forma para crear un aula en el oeste de la ciudad.

Rescatado del borde de la demolición, el invernadero se desmontó cuidadosamente y se volvió a montar sobre una subestructura y un suelo nuevos utilizando tantos materiales reciclados como fue posible.

Conocido como Væksthuset, que se traduce como "el invernadero", es ahora un espacio educativo y de eventos repleto de plantas y centrado en la agricultura y la sostenibilidad.

Forma, con sede en Copenhague, supervisó la renovación de BaneGaarden, una granja urbana y espacio gastronómico en el suroeste de Copenhague.

Es uno de los primeros proyectos realizados por el estudio, dirigido por los arquitectos Mikkel Bøgh y Nicolai Richter-Friis.

Bøgh declaró a Dezeen que, aunque habría sido más fácil construir algo desde cero, el resultado es más significativo.

"Tenemos que diseñar y construir para que los proyectos de hoy puedan transformarse y adaptarse con el tiempo, mucho después de que nos hayamos ido", afirmó.

El proyecto comenzó cuando el empresario, activista y cofundador de BaneGaarden, Søren Ejlersen, consiguió inesperadamente detener las excavadoras.

Ejlersen, cocinero danés más conocido por ser el fundador de la empresa de kits de comida ecológica Aarstiderne, había fracasado en su campaña inicial para impedir la demolición. El día del derribo, él y un camarógrafo se presentaron para documentar el acontecimiento para la posteridad.

"El camarógrafo me dijo que las imágenes eran aburridas, así que empecé a gritar que el edificio era cultural y sagrado", explica Ejlersen a Dezeen.

"Por casualidad, el camarógrafo llevaba una camiseta de TV 2 News. Pensaron que estábamos filmando para las noticias nacionales, así que detuvieron el proceso de derribo del edificio"

A Ejlersen le cedieron los cinco cobertizos de cristal que formaban el antiguo invernadero, pero sólo tenía sitio para dos en BaneGaarden, un antiguo aserradero donde hay nueve graneros en una zona de bosque protegida.

Ahora están instalados en un extremo del recinto, mientras que los otros tres se vendieron y reutilizaron en otro lugar.

La estructura metálica original ya no funciona como estructura principal del edificio. En su lugar, el antiguo armazón está suspendido sobre una nueva subestructura de vigas en I mucho más gruesas.

"Aunque el edificio llevaba 105 años en pie, los ingenieros de hoy no podrían calcular con ese acero", explica Bøgh.

"La única forma de reconstruirlo era crear una subestructura y luego poner el invernadero encima como pantalla climática"

El suelo se recuperó del antiguo Bella Center, un centro de convenciones reconvertido recientemente en polideportivo, y las puertas proceden de un colegio local.

No todos los cristales habían sobrevivido, pero los paneles que sí lo hicieron se reinstalaron en las paredes laterales. Los paneles del tejado son de vidrio de seguridad, para evitar que se rompan si les cae encima una rama de árbol.

El interior está lleno de muebles reciclados y grandes jardineras hechas a medida.

Væksthuset fue uno de los 15 pabellones de los ODS que formaron parte del programa del Congreso Mundial de Arquitectos de la UIA en julio. El proyecto se llevó a cabo gracias a la financiación de la organización sin ánimo de lucro Re:arc Institute.

No tiene cimientos, por lo que el edificio podría desmantelarse más adelante. Sin embargo, el equipo de diseño espera que se convierta en un recurso permanente para la comunidad local.

Puede utilizarse para charlas, talleres educativos, cenas y bodas.

"Nos gusta traer aquí a la gente para que despeje su mente, para mostrar el impacto y así darles una nueva dirección", añadió Ejlersen.

La fotografía es de Julius Puttkammer.