Puente de Vlasbrug / SBE nv

De Vlaamse Waterweg nv forma parte de la administración flamenca. Su principal objetivo es el mantenimiento de todas las vías navegables que atraviesan la región, incluida la zona terrestre y las infraestructuras adyacentes. Se esfuerzan por aumentar la calidad y el atractivo, no sólo para el transporte fluvial, sino también para la vida en torno a las vías navegables, incrementando el valor ecológico, regulador del agua, de movilidad y recreativo de sus infraestructuras.

Los caminos de sirga paralelos a ríos y canales suelen ser vías de uso intensivo para ciclistas y peatones, tanto recreativo como funcional. Para mejorar la funcionalidad de estos caminos, era necesaria una conexión sobre el río Lyss entre los municipios de Wielsbeke y Waregem. De Vlaamse Waterweg encargó a SBE el diseño de un puente para ciclistas y peatones que salvara el río de forma cómoda sin perturbar el paisaje del canal ni su valor ecológico. Así pues, SBE diseñó un puente sobrio y realista que armoniza con su entorno.

Se eligió un trazado en forma de S basado en los flujos de tráfico existentes y los puntos de ocio de la zona. También se decidió mantener el puente en el "interior" de las orillas para que todo pueda permanecer dentro de los límites del dominio público y no haya que desviar los actuales caminos de sirga. Así pues, la construcción sigue en gran medida las líneas ya formadas en el paisaje (Lyss - hileras de árboles - caminos de sirga).

La estructura a lo ancho del río está concebida como un arco simétrico de acero, que sigue el diagrama de momento de flexión inversa y obtiene así una forma lógica y orgánica que encaja en el paisaje natural. En ambas orillas, una rampa recta de hormigón conecta el puente central con los caminos de sirga adyacentes. Los taludes de tierra en ambos accesos anclan el conjunto en su entorno.

La ambición era dotar al puente de una vista lo más esbelta posible. Por eso, entre otras cosas, los montantes del puente se inclinaron hacia fuera, para tener más espacio a la altura de la dirección sin tener que ensanchar el tablero del puente y también para generar ciertas líneas de sombra en el exterior. Esta inclinación también se continuó sobre los taludes de hormigón y en combinación con sus pilares de hormigón inferiores.

Al trabajar con tres materiales, a saber, acero, hormigón y tierra, fue posible lograr una dinámica expresiva en el diseño arquitectónico. Y ello tanto en la imagen global del puente como en la experiencia del usuario en el propio puente. El terraplén en los accesos da la sensación de que el puente está literalmente anclado en su entorno. Luego está el talud de hormigón en un movimiento rectilíneo que permite y da tiempo a experimentar el puente de acero como un verdadero protagonista. Una vez en el puente de acero, se sigue la línea orgánica de bajo a alto y viceversa, de modo que la experiencia en el propio puente difiere en cada punto.