Esta es una traducción automática. Para ver el texto original en inglés
haga clic aquí
#PROYECTOS DE ARQUITECTURA COMERCIAL
{{{sourceTextContent.title}}}
Roth Architecture crea una oficina en Tulum con formas de "ala de insecto
{{{sourceTextContent.subTitle}}}
El estudio local Roth Architecture ha construido en Tulum un laboratorio creativo de formas orgánicas hecho de hormigón y fibra de palma con una forma impulsada por "las voluntades artísticas de la naturaleza".
{{{sourceTextContent.description}}}
El proyecto, denominado Fab Lab, está situado en la península de Yucatán. El espacio sirve al estudio Roth Architecture como oficina y espacio maker.
"Creamos impulsados por los patrones de la naturaleza y las voluntades artísticas", dijo el estudio. "La inspiración de este edificio, como muchas de las construcciones del estudio, son las formas orgánicas, irregulares, pero armónicas que encontramos en la propia naturaleza".
"Los espacios se distribuyen como edificios independientes para adaptarse al emplazamiento. El módulo central se eleva de forma serpenteante, proporcionando un impacto visual de dinamismo"
Hecha de hormigón armado y acero, la estrecha estructura del Fab Lab se serpenteaba por su selvático emplazamiento y en algunos lugares envolvía directamente los árboles, con los troncos expuestos al interior.
Las formas bulbosas se distribuyeron a lo largo de su cuerpo.
Ventanas y puertas curvilíneas de diferentes formas, entrelazadas con refuerzos metálicos en forma de escamas, se colocaron a distintas alturas e intervalos, algunas tocando directamente el suelo y otras actuando como esbeltas claraboyas.
"Tanto las puertas como las ventanas utilizan patrones y formas que podrían recordar a las hojas de los árboles o a las alas de los insectos de la jungla", explica el estudio.
Las aletas curvadas de hormigón también se extienden a lo largo para crear pequeños voladizos y protecciones para los componentes de cristal.
Creado para albergar maquinaria como impresoras 3D, termoformadoras, cortadoras láser, chorros de agua y un brazo robótico de seis ejes, el interior del espacio contiene espacios de distintas alturas.
Una sección contiene un laboratorio informático con ventanas cubiertas de resinas translúcidas y fibras de palma.
A lo largo de sus paredes se instaló un escritorio ondulante de madera.
Otra, que alberga el robot, está formada por una cúpula de troncos de árbol y lianas, con una base de las mismas ventanas curvadas.
El resto del interior contiene atrios abiertos, con árboles que atraviesan el centro.
En el suelo, también de hormigón, se integraron varios parterres con plantas autóctonas de la selva.
También hay bancos y mesas de hormigón en varios espacios.
Se instalaron pequeñas estanterías de madera por toda la estructura y se intercalaron luces de estudio a lo largo del techo curvo.
"El espacio se construyó deliberadamente para que fuera perdurable", explica el estudio. "Paradójicamente, una de las futuras funciones del laboratorio es crear componentes que puedan montarse y desmontarse"
La estructura del Fab Lab forma parte del complejo Azulik de Roth Studio, que incluye alojamientos, un museo, instalaciones independientes y un restaurante, todos ellos construidos con un estilo orgánico similar.
Fundado por Eduardo "Roth" Neira, arquitecto y constructor autodidacta y presidente de la Fundación Transformación Encantadora, el estudio "pretende encontrar soluciones originales y ecocéntricas a las necesidades de la vida cotidiana"
La fotografía es cortesía de Roth Architecture.