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#PROYECTOS DE ARQUITECTURA PÚBLICA
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Jardín de infancia chino diseñado como "pequeña ciudad" de aulas flexibles
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Balcones sinuosos y espacios de aprendizaje al aire libre en el jardín de infancia Museum Forest, un edificio curvilíneo que el estudio chino Atelier Apeiron ha añadido a una guardería ya existente en Shenzhen.
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Con el objetivo de desafiar la arquitectura típica de las guarderías, el Atelier Apeiron diseñó el edificio para que pareciera una ciudad, añadiendo una plantación en sus bordes para evocar un pequeño bosque.
"Los niños necesitan una pequeña ciudad, no sólo una hilera de aulas", explica el fundador del estudio, Yunchao Xu.
"Rodeados de árboles verdes, los nuevos bloques se elevan suavemente, y el espacio que fluye florece lentamente, infundiendo mayor felicidad al antiguo barrio"
El Jardín de Infancia del Bosque de los Museos está conectado al edificio existente de la guardería de los años 80 por una pasarela curva y elevada, y está diseñado para ser lo más flexible y abierto posible.
Tiene una planta en forma de anillo que envuelve un patio de recreo, mientras que cuatro grandes volúmenes que contienen aulas se ramifican desde sus bordes exteriores. Estos volúmenes están rematados con tejados verdes y bordeados de balcones escalonados y pasarelas serpenteantes.
"Los niños pequeños tienen conexiones emocionales con la escala del espacio diferentes a las de los adultos, por lo que los sentimientos de los niños son el punto central del diseño", explica Atelier Apeiron.
"Para los niños pequeños, un paseo libre conectado es más atractivo que un gran patio de recreo, y un aula pequeña, sin límites, es más espaciosa que un aula grande con instalaciones completas"
El interior y el exterior del Jardín de Infancia del Bosque de los Museos están acabados con una paleta de colores claros, que el estudio eligió para contrastar con los tonos "ruidosos" que, según dijo, suelen caracterizar a las escuelas.
Las aulas, diseñadas para ser adaptables y abiertas, tienen suelos y mobiliario de madera y están iluminadas por luces circulares y grandes superficies acristaladas.
"La imaginación de los niños se ve limitada por el colorido ruidoso y la abundancia de instalaciones", afirma el estudio. "Frente a una sala de actividades llena de juguetes, los niños pueden preferir establecer sus propias reglas en espacios en blanco que se les dejan para que exploren", prosigue.
"Las paredes y suelos en blanco se convertirán en el lienzo de fondo para que niños y profesores creen juntos nuevos sueños, acumulando y llevando adelante recuerdos de formas más artísticas"
Con ángulos que proporcionan luz natural y privacidad, cada parte del edificio linda con espacios exteriores vacíos.
Se espera que la limitación de los límites entre los espacios de aprendizaje y la naturaleza exterior mediante la conexión de las aulas con terrazas fomente la creatividad de los alumnos, según el estudio.
"Pueden jugar al escondite, construir castillos de arena, plantar flores, recoger hojas, montar una tienda de campaña o incluso hacer una carrera de bicicletas en las terrazas", explica el estudio. "Los espacios indefinidos permiten que las actividades se desarrollen espontáneamente, en cualquier lugar y en cualquier momento"
La fotografía es de Schran Image.