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#Espacios públicos, Zonas verdes
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Un pabellón cinético junto al mar devuelve la vida a una isla china
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Situado en un muelle de carga abandonado de Chaishan, una pequeña isla que forma parte de los archipiélagos de Zhoushan, en la provincia oriental china de Zhejiang, el Seaside Pavilion de GN Architects, una delicada estructura en forma de pluma que se balancea suavemente con el viento, se erige definitivamente como contrapunto poético a la escarpada costa de la isla.
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Diseñado como parte de una iniciativa de revitalización local, el Pabellón sirve tanto de hito artístico como de espacio social, encarnando el movimiento, la transitoriedad y el espíritu perdurable de la isla, enfrentada como está a las cambiantes mareas de la migración urbana y el abandono rural. Con sus aspas cinéticas impulsadas por el viento, la estructura difumina la frontera entre el arte y el paisaje, sirviendo de lugar de reunión para los ancianos que quedan en la isla y ofreciendo a los turistas que la visitan una pausa contemplativa antes de adentrarse en la vida isleña.
La isla de Chaishan, antaño un bullicioso centro pesquero con más de 1.600 habitantes, alberga hoy a menos de 100 ancianos, como consecuencia de la disminución de los recursos marinos y el traslado de las oportunidades económicas a tierra firme. En respuesta a este declive, el gobierno de Zhoushan puso en marcha la iniciativa "Hello, Island", que busca insuflar un nuevo sentido de vida a las islas despobladas del archipiélago a través del arte, el diseño y el compromiso social. Chaishan, seleccionada como uno de los lugares piloto del programa, es ahora escenario de múltiples intervenciones culturales y arquitectónicas encaminadas a su revitalización. El Seaside Pavilion, el diseño ganador de un concurso abierto, es el primer proyecto realizado, que marca la pauta de un diálogo renovado entre la historia y el futuro de la isla.
Inspirado en las costumbres tradicionales de las aldeas chinas, donde un gran árbol situado tradicionalmente a la entrada de la aldea servía de punto de reunión comunal, el Seaside Pavilion recrea una sensación similar de llegada. Situado en un antiguo muelle de carga de los años sesenta -entre la moderna terminal de pasajeros y el pueblo central de la isla-, la instalación transforma la estructura existente en un lugar acogedor diseñado para la reflexión tranquila.
La forma del pabellón está definida por una serie de aspas alargadas de siete metros de largo suspendidas de una estructura de acero. Inicialmente concebida como una estructura sensible a las mareas, el diseño evolucionó para activarse con el viento, asegurando un movimiento más inmediato y perceptible. Las aspas, que recuerdan a delicadas plumas, se balancean con la brisa marina, creando una fascinante danza de luces y sombras sobre el amplio telón de fondo del cielo y el océano. Su movimiento varía en respuesta a los cambios constantes de la velocidad del viento: apenas perceptible con una brisa suave, pronunciado con ráfagas más fuertes y capaz de sujetarse en condiciones meteorológicas extremas, como los tifones.
Construido con acero resistente a la corrosión y cuerdas de pesca de alta resistencia, el Pabellón está diseñado para resistir el duro clima marino de la isla. Cada pala está contrapesada con precisión para un movimiento fluido, mientras que los enganches de goma evitan colisiones involuntarias. Prefabricada en tierra firme y transportada por mar, la estructura refleja un meticuloso equilibrio entre precisión tecnológica y expresión poética.
Más que un monumento estático, el Seaside Pavilion es una experiencia en evolución: su presencia cambia con el tiempo, la hora del día y el punto de vista del observador. Para los isleños que aún viven en la isla, sobre todo los ancianos que se reúnen en el muelle, constituye un nuevo punto de referencia, un lugar desde el que contemplar el ir y venir de los transbordadores, igual que antes recibían a los visitantes en el bullicioso puerto.